La forma de sentarse, de mirar, de ser
Cuando hablamos de sensualidad, la mente vuela a escenarios íntimos seducción chic con vino, silencios tensos y un roce que eriza. Por otro lado, la elegancia evoca imágenes de un salón con candelabros, trajes de buen corte y modales que podrían derretir un cubo de hielo. ¿Pero qué sucede cuando ambas se combinan? Lo que nace es una combinac